Mezclando agua, yema de huevo y algún pigmento se forma lo que se conoce desde la antigüedad como temple.
El huevo es una emulsión natural que contiene agua y grasa y que al reaccionar con el aire se convierte en una película sólida, transparente y no soluble en agua, por lo cual lo hace muy buena para pintar.
¿Cómo podemos fabricar nuestro temple?
1. Mezclar el pigmento con un poquito de agua. Si no tienen ningún pigmento en sus casas pueden hervir, por ejemplo, cáscara de cebolla en 1 litro de agua con 50 gramos de sal y dejar que se evapore hasta tener aproximadamente 100 cm3 o menos. Lo ideal es con pigmentos, pero en el mientras tanto de esta cuarenta sirve esta opción.
2. Separar la clara de la yema.
3. Retirar la capa que encierra a la yema. La mejor manera de hacerlo es pinchándola.
4. Mezclar la yema, con el pigmento y una porción de agua.En su forma más pura se puede diluir 1:1 es decir , una parte de yema por una parte de agua, y si necesitan más pintura pueden diluir hasta 1:10, es decir, una parte de yema por 10 de agua. Pueden usar la mitad de la cáscara del huevo como medida.
5. ¡Ya está listo nuestro temple! Tené en cuenta que no se puede guardar, así que anda preparándolo a medida que lo vayas a utilizar.
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Mil gracias de nuevo.
Un abrazo desde Caracas. Un apurruño al bebé
Muchas gracias! saludos para vos también!